Muchos conocemos algunos de los beneficios de una ducha diaria, pero quizás no sabemos del todo qué manera de tomarla es mejor, ya que aporta soluciones incluso sanadoras dependiendo de cómo se encuentre la temperatura el agua. Ahora bien, analicemos los beneficios de ducharse con agua caliente y fría, y cuál de estas opciones es mejor.
Beneficios de una ducha con agua fría
Imaginar que debemos despertar y tomar una ducha con agua fría puede hacer que dudemos, sin embargo, te mostramos los beneficios de hacerlo:
Mejora el aspecto de nuestra piel
En ocasiones podemos tener los poros de nuestra piel dilatados, lo que permite el acceso de sustancias, generando ciertos daños. El agua fría, limpia y cierra los poros, negando el acceso de impurezas.
Vigoriza nuestros niveles de energía
Tomar una ducha fría ayuda a despertar los sensores y sentidos del cuerpo, y a su vez, nos proporciona energía para iniciar el día. Y es que, cuando nos despertamos estamos adormecidos, somnolientos, embotados…Y un golpe de agua fría puede venir genial para espabilarnos.
Favorece la mejoría a nivel muscular
Esta es una técnica muy aplicada por los deportistas, ya que al tener alguna lesión muscular, siempre es recomendable aplicar hielo o una ducha de agua fría, contando con cualidades regenerativas.
Optimiza la circulación sanguínea
Al tomar duchas con agua fría, nuestra circulación hace su función de forma más rápida, para así mantener la temperatura.
Beneficios de una ducha con agua caliente
A continuación, los puntos favorables de una ducha con agua caliente:
Aminora la rigidez del cuerpo
Si sientes el cuerpo rígido o pesado por las diligencias, lo más recomendable es tomar una ducha de agua caliente para bajar la tensión.
Descongestionante natural
Ayuda a descongestionar las vías respiratorias.
Alivia el estrés
Favorece al sistema nervioso, calmando la tensión muscular y reduciendo el estrés.
Alivia la migraña
El agua caliente dilata los vasos sanguíneos que son causantes de las migrañas. Esto sin duda funciona como un remedio natural.
¿Qué es mejor?
Las duchas tienen su propósito, ya sea con agua fría o agua caliente, pero se aplican en casos diferentes; así que lo mejor es tomar la ducha que tú necesites, de acuerdo a los beneficios que brinda cada una.
En ambos casos, es importante también contar con un buen plato de ducha antideslizante para evitar el menor riesgo de accidentes.
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